miércoles, 12 de marzo de 2014

La mujer de los treinta anos


“No se espantarán de que el culo sea tan desgraciado
 los que supieren que todas las cosas aventajadas en nobleza y virtud,
 corren esta fortuna de ser despreciadas de ella…”
Quevedo. 

"Siempre digo que, a partir del culo,
los mayores misterios del mundo se hacen comprensibles"
Dalí




Naturalmente, y a pesar de que amo la brevedad del verso, me es imposible expresar el siguiente hallazgo de otra manera que no sea en prosa.
Habrase visto nunca una mujer de estas proporciones, aunque su dimensión sea totalmente normal. Sólo sus ojos constituyen el manifiesto de su secreto.
Duerme desnuda como un cisne. Aunque sería mejor decir, atrae sueños, se magnetiza. Los busca de una manera exacta, unos instantes al yacer, arriban a ella como pájaros áuricos.
Ya lo he dicho: desnuda; sus treinta anos que parecen ochenta u ochocientos, se abren como en las tardes florecen aquellas pequeñas lilas perfumadas.
Unos son tiernos y babean del placer del reposo, otros se endurecen como nueces constreñidas, soltando profundas bocanadas de ocio. Alternadamente ocasionan notas en el aire. Un instrumento confusamente extraño maravilla el ambiente. Algunos lanzan luces proyectando toda clase de figuras irisadas que se desvanecen de súbito.
Cuando el reposo es de lado, sus senos tiemblan y la pepita de sus pezones semeja seguir una cadencia que se espeja hacia el infinito, partiéndose y recomenzando como un caleidoscopio de sonidos.
Al despertar, cubre su piel con ropas triviales; como cualquiera, peina sus ojeras y se maquilla el cabello antes de enfrentar la calle.

De más está decir, que todo esto, enmudece.
De más está decir, que algo de esto convoca en lo más mínimo motivos superfluamente sexuales, una suerte de libido musical.
Los pájaros, los pájaros…





Dalí. Continuum of the four butts. 





Osvaldo Lamborghini
(De “La divertidísima canción del Diantre”)

1

El cuerpo tiene un órgano metafórico
es el lugar de todas las transmutaciones
es el lugar poético por excelencia, el ano
en es sentido que es el lugar
donde el niño y la niña
se encuentran todavía, subrayando todavía
sin el corte, sin la diferencia de los sexos.
El lugar metafórico, el ano,
mierda, niño, regalo, pene
todo es intercambio.
Una gran mujer, mujer de Nietzsche,
mujer de Rilke, casi
mujer de Freud: Lou Andrea Salomé,
habló de la vagina como
eternamente
arrendada al ano.




(Extraído de STEGMANN 533bla´ y otros poemas, Mate, Bs. As., 1997)








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