sábado, 21 de enero de 2012

En una de sus manos

Sed II. Eu



Ah qué día más apacible…
Parece como si Juanele
Lo sostuviera en una de sus manos

Llueve suavemente
Y el sol está dormido.
Del perro sufriente
Ya no suena el silbido,
Amarillo y delgado;
Descansa.

La sed, lo bajo, el ruido
Abandonan el cuerpo
La forma misma
Abandona el cuerpo.

A cambio, sin quererlo, 
Recibe una existencia súbita
En alguna parte del infinito.



sábado, C.L.








Juanele, sus manos.



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