Sed II. Eu |
Ah qué día más apacible…
Parece como si Juanele
Lo sostuviera en una de sus manos
Llueve suavemente
Y el sol está dormido.
Del perro sufriente
Ya no suena el silbido,
Amarillo y delgado;
Descansa.
La sed, lo bajo, el ruido
Abandonan el cuerpo
La forma misma
Abandona el cuerpo.
Parece como si Juanele
Lo sostuviera en una de sus manos
Llueve suavemente
Y el sol está dormido.
Del perro sufriente
Ya no suena el silbido,
Amarillo y delgado;
Descansa.
La sed, lo bajo, el ruido
Abandonan el cuerpo
La forma misma
Abandona el cuerpo.
A cambio, sin quererlo,
Recibe una existencia súbita
En alguna parte del infinito.
En alguna parte del infinito.
sábado, C.L.
Juanele, sus manos. |
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