Dalí. Violetas imperiales. |
"Sed postquam se perspici sensit,
iuvenis differre coepit."
Quintilianus
Quintilianus
I
El Hombre posee una figura extraña
Los brazos y piernas abiertos en plenitud forman una estrella
Y en su interior, posiblemente
Una maraña de cabellos aten oscuros caballos
Que le patean el corazón
La piel de los nudillos se estira
Borrando la ruta de miles de cristales
Estoy envejeciendo, mirá mis manos
‘al tiempo que la juventud se reconoce, comienza a desvanecerse’
Y ayer la ví
Pero, qué es el Hombre? Qué es la Mujer?
Un puñado de sal mirando lo que hizo?
Un abismo pensante?
Un espíritu hacia el azul?
El golpe de sus huesos? La canción de su voz?
El dibujo de sí, estrella de madera,
O la fantasía sin igual de un animal como cualquier otro?
***
II
La Mujer tira sus ojos como ovillos y teje el fuego
Teje el fuego
Nada más por hacer, qué más podría hacer
Cuando no hay nada,
Sólo violetas
El Hombre posee una figura extraña
Los brazos y piernas abiertos en plenitud forman una estrella
Y en su interior, posiblemente
Una maraña de cabellos aten oscuros caballos
Que le patean el corazón
La piel de los nudillos se estira
Borrando la ruta de miles de cristales
Estoy envejeciendo, mirá mis manos
‘al tiempo que la juventud se reconoce, comienza a desvanecerse’
Y ayer la ví
Pero, qué es el Hombre? Qué es la Mujer?
Un puñado de sal mirando lo que hizo?
Un abismo pensante?
Un espíritu hacia el azul?
El golpe de sus huesos? La canción de su voz?
El dibujo de sí, estrella de madera,
O la fantasía sin igual de un animal como cualquier otro?
***
II
La Mujer tira sus ojos como ovillos y teje el fuego
Teje el fuego
Nada más por hacer, qué más podría hacer
Cuando no hay nada,
Sólo violetas
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