absurdo aquel
que no se deja caer
en el fondo de su alma
donde músicas secretas
dibujan largamente
figuras tristes
que te hacen sonreir.
la más hermosa escena
es la contemplación del dolor
sin dolor, el placer
de mirarnos sentir
como si fuésemos otro,
pero aún sin dejar la solitariedad.
es bello hacerlo,
por vencer al dolor con el dolor mismo,
y condensa para mí
la técnica de la felicidad.
*